5 hábitos que las personas puntuales hacen
Hoy día la puntualidad es uno de los valores que más deben sobresalir en las organizaciones y en los colaboradores que las conforman. La impuntualidad es un rasgo muy destacado en Colombia y en general en Latinoamérica, y está inmerso en la cultura y mentalidad de las personas, generando en muchos casos problemas a nivel profesional, personal y familiar. En Saion Smart Solutions la puntualidad es de vital importancia para realizar los proyectos de Soluciones y Consultoría SAP de manera exitosa, además para cumplir con la satisfacción de los clientes. Por tal razón te mostramos 5 hábitos que las personas puntuales hacen, recuerda que la impuntualidad es un hábito bastante difícil de superar pero no imposible; esfuérzate, ten fuerza de voluntad y verás cómo te vas convirtiendo en una persona puntual.
1. Anticipan y se preparan para el peor escenario
Las personas puntuales son pesimistas con el tiempo y siempre se preparan para el peor escenario posible. La vida es tan dinámica e impredecible que muchas veces las cosas no salen según lo planeado, cualquier cosa puede pasar: te echas el desayuno encima, no encuentras las llaves, justo cuando cierras la puerta recuerdas que dejaste algo importante, el ascensor no funciona, etc. Por eso, tener un margen de error con el tiempo te ayudará a tener un mejor control de este y hará que siempre estés puntual en tu trabajo, cita o reunión.
Las personas impuntuales viven su día a día lleno de estrés, apurado y desordenado. Por el contrario, las personas puntuales viven más tranquilas, son organizadas y pueden tomarse minutos valiosos de descanso que ayudan a oxigenar la mente.
Trata de anticiparte a posibles inconvenientes en tu día, despiértate diez o quince minutos antes que seguro necesitarás, piensa que por regla general si algo puede salir, saldrá mal.
2. Programan sus actividades en una agenda y saben priorizar
Las personas que tienen el hábito de la puntualidad saben cuánto tiempo invierten en las actividades diarias. La memoria a veces te puede fallar, no te confíes únicamente de ella. Ser consciente y anotar tus actividades y el tiempo destinado para ellas, te ayuda a convertirte en una persona ordenada que controla de manera eficiente sus actividades y no en una persona que se deja controlar por el tiempo.
Este hábito puede ser tan sencillo o complicado como tú desees. Existen diversas Apps gratuitas con un gran potencial, que pueden ayudarte a organizar tu día y a recordar todas tus tareas de manera eficiente. Sólo por mencionar algunas están Wunderlist, Todoist, Remember the milk, Any.DO, Google Keep: notas y listas, Calendario de Google y muchas más. La mayoría de estas aplicaciones te permiten acceder desde cualquier dispositivo móvil.
Luego de listar todas tus actividades, empezarás a clasificarlas. Ninguna tarea es igual a otra; algunas son urgentes, otras importantes, unas pueden esperar, otras son sencillas, algunas tienen una dificultad elevada, etc. Para esto debes preguntarte ¿Cuáles acciones son realmente más urgentes? ¿Cuáles son importantes? ¿Qué sucedería si no realizas dicha tarea? Saber priorizar actividades es uno de los elementos más importantes para la puntualidad y correcta gestión del tiempo.
3. Aprenden a decir “No”
Decir no, no tendría que ser una decisión que cause un sentimiento de miedo o vergüenza en quien lo expresa (qué va a pensar la otra persona, no volverá a hablarme, se sentirá mal, etc.), o un motivo de enojo para quien lo recibe.
Saber decir no, evitará que tengas demasiados compromisos que luego no podrás cumplir. Esto no significa que seas indolente ante las necesidades de las personas, por el contrario aprenderás a decidir cuándo una situación es urgente y necesita tu intervención, y cuándo no lo es.
Establece y acepta tus propios límites. No todo lo puedes hacer inmediatamente, no es conveniente saturarte de actividades, con seguridad el tiempo será insuficiente para cumplir con todo correctamente.
Cuando desarrollas sanamente el hábito de decir que no a ciertas situaciones o favores, también aprendes a saber cuándo decir sí. Es cuestión de práctica, puede costar bastante al principio, pero con paciencia y esfuerzo lo lograrás, verás cómo consigues gestionar de manera adecuada tu tiempo.
4. Organizan todo con anticipación
Las personas que son puntuales planean y son ordenadas. Piensan qué van a preparar de almuerzo, qué ropa se pondrán al otro día o qué elementos necesitan para llevar a cabo su día. Analiza la rutina que haces antes de salir de tu casa e identifica en lo que más tiempo te quita al iniciar el día.
Puede ser que tardas mucho buscando qué ropa ponerte, no recuerdas dónde están tus llaves, no encuentras el paraguas o la billetera, te demoras buscando aquel abrigo que tanto te gusta, etc., tal vez en medio de una pila de desorden; son situaciones que parecen muy simples pero te van robando valiosos minutos del día.
Para evitar inconvenientes y que estés corriendo desesperadamente por cada toda tu casa buscando en cada rincón algo que necesitas, puedes hacer una rutina muy sencilla la noche anterior que te ayudará a evitar cualquier contratiempo al momento de salir: mantén todo ordenado y en su lugar, ten un espacio fijo para cada cosa y coloca los objetos importantes cerca de la puerta, alista la ropa que te vas a poner y empaca tu bolso o maleta con todo lo que necesitas.
5. Descansan lo suficiente y se levantan apenas suena la alarma
Uno de los hábitos más importantes que practican las personas puntuales, es que tienen tiempos de descanso físicos y mentales, establecen una hora para ir a dormir y para levantarse.
Si descansas y duermes lo suficiente (entre 7 y 9 horas de sueño) tendrás más energía, te levantarás a tiempo y por consiguiente, llegarás puntual.
Rompe el mal hábito de posponer la alarma, levántate una vez suene o ponla lejos de ti para que te veas obligado a levantarte. Postergar la alarma no es una buena forma de comenzar tu día, esta práctica puede generar algunos problemas como sensación cansancio y falta de energía, además esos 5 o 10 minutos de más te retrasarán y te harán falta durante todo el día.